lunes, 13 de junio de 2016

Aunque a veces no lo veamos, aceptar un encargo gratis puede ayudar a desprestigiar la profesión, o hacer creer al cliente que la fotografía es algo que hace la cámara y no el fotógrafo ni su experiencia, y que por tanto pagar por ella es de idiotas. ¿Pero no es cierto que algunos aficionados hacen mejores fotografías que algunos profesionales? Pues en algún caso puede ser, pero en mi opinión ésta es una de las grandes mentiras de este mundillo y, desde luego, no puede ser la excusa generalizada que nos avale. No es lo mismo hacer veinte fotos, editar la mejor de ellas con llamativos filtros de Photoshop, subirla a flickr y recibir cientos de halagos, que salir airoso de un reportaje que exige horas de dedicación, un equipo fotográfico capaz de trabajar 6, 8, 12 las horas que necesites para ese evento, experiencia, y capacidad de garantizar, sí o sí, un resultado.

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